Introduzcámonos en el intrigante mundo de la «Escala del Fraude» de W. Steve Albrecht, una perspectiva innovadora que redefine nuestra comprensión y prevención del fraude. A diferencia del enfoque convencional del «triángulo del fraude», que se concentra en oportunidad, presión y racionalización, la «Escala del Fraude» pone especial énfasis en el código ético individual de cada persona.
En el corazón de la «Escala del Fraude» se encuentran los nueve motivadores de fraude identificados por W. Steve Albrecht., incluyendo:
Albrecht clasifica situaciones de fraude en función de tres elementos clave:
La escala sugiere que cuando las presiones y oportunidades son altas, y la integridad personal es baja, el fraude es más probable.
La innovación clave de la «Escala del Fraude» radica en su enfoque en la integridad personal como un factor determinante.
Cuando las presiones y oportunidades pesan más de lo que nuestra integridad personal puede soportar, el riesgo de fraude aumenta significativamente. Y, por supuesto, estas presiones y oportunidades no existen en un vacío; están intrínsecamente vinculadas a los nueve motivadores que Albrecht identificó.
Pero, ¿cómo aplicamos esto en el mundo real?
La «Escala del Fraude» se convierte en una herramienta valiosa para las organizaciones al proporcionar un marco claro para entender las dinámicas del fraude. Al comprender la relación entre presiones, oportunidades y la integridad personal, las empresas pueden fortalecer sus sistemas de control interno y reducir la probabilidad de fraudes ocupacionales.
En resumen, la «Escala del Fraude» nos invita a reflexionar sobre la intersección entre las motivaciones personales y las oportunidades externas en el contexto financiero. La integridad personal, ese código ético internalizado, se revela como un baluarte esencial contra las tentaciones del fraude.
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